
“No me veo bien con ninguna ropa!”.
Durante mucho tiempo, cada vez que abría el armario, me invadía esa sensación de frustración. Me probaba prenda tras prenda, pero el espejo parecía empeñado en recordarme que nada me quedaba bien.
¿Te suena? Porque yo he estado ahí, sintiéndome incómodo con absolutamente todo.
Y, claro, si le sumamos que en Instagram, TikTok o donde sea te bombardean con cuerpos “perfectos” día sí y día también, no es de extrañar que termines pensando que algo está mal contigo.
El problema, me di cuenta un día casi sin querer, no estaba en la ropa.
El problema radica en la comparación con los demás.
Y es que las redes sociales han creado un modelo de cuerpo que no todas las personas pueden lograr por su propia genética y constitución.
El origen real del problema: no es la ropa, es cómo te ves
Mucha gente piensa que si encuentra “la prenda adecuada”, mágicamente se va a sentir bien.
Pero la verdad es que la ropa no cambia quién eres. La raíz del “nada me sienta bien” suele estar en la percepción que tienes de ti mismo.
Además, hay algo que no nos dicen: cada cuerpo es diferente.
No existe un modelo universal de belleza. Si siempre te comparas con esos estándares imposibles que ves en redes, jamás vas a sentirte cómodo, ni con la camiseta más cara del mundo.
Yo también me pasaba horas buscando “el outfit perfecto” pensando que era cuestión de estilo.
Pero no. Era cuestión de aceptación.
La trampa de las redes sociales y la comparación constante
Hoy en día, es casi automático compararse.
Abres Instagram dos minutos y ya ves diez cuerpos esculturales, diez outfits perfectos, diez vidas soñadas.
Las redes sociales han creado un modelo de cuerpo que no todas las personas pueden lograr por su propia genética y constitución.
¡Qué presión absurda!
Y lo peor es que esas comparaciones no tienen nada de justo.
Las fotos están filtradas, editadas y cuidadosamente elegidas.
No vemos la realidad: solo una versión pulida, a medida de cada persona.
Yo mismo he caído en la trampa, pensando: “¿Por qué no me queda la ropa así de bien?”.
Pero luego entendí que no era un fallo mío: era un fallo en el sistema de expectativas.
Cómo empecé a cambiar mi mirada (y no mi armario)
Aceptar tu constitución y tu genética es el primer paso real hacia verte bien en ropa… y sin ella.
Hay cuerpos más anchos, más delgados, más altos, más bajos, ¡y todos son válidos!
No fue de un día para otro, pero empecé a:
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Seguir en redes a personas con cuerpos reales y diversos.
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Comprar ropa que se adaptara a mí, no intentar adaptarme yo a la ropa.
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Dejar de obsesionarme con tallas o estilos que simplemente no son para mi constitución.
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Mirarme con más cariño y menos juicio.
Al final, descubrí que la clave no estaba en buscar el conjunto perfecto, sino en dejar de buscar validación externa.
Consejos para verte mejor en la ropa… y sentirte mejor contigo
Te dejo algunos trucos que me sirvieron mucho:
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Encuentra cortes que respeten tu cuerpo. Cada persona tiene formas distintas, y hay ropa que favorece dependiendo de eso.
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Prueba colores que te hagan sentir vivo. No todo es cuestión de formas; el color también impacta en cómo te ves y te sientes.
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Cuida la postura. Una espalda recta y una sonrisa pueden hacer que cualquier conjunto luzca mejor.
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No te castigues si un día no te ves bien. Es normal tener altibajos. ¡No eres un maniquí de escaparate!
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Recuerda que la ropa no define tu valor. Lo que llevas puesto no puede (ni debe) determinar cuánto vales.
Parece sencillo, pero a veces lo olvidamos.
No me veo bien con ninguna ropa
Si alguna vez te descubres pensando “no me veo bien con ninguna ropa”, recuerda esto: el verdadero problema nunca fue tu ropa ni tu cuerpo, fue esa comparación silenciosa y brutal que hicimos con estándares imposibles.
La próxima vez que te mires al espejo, intenta hacerlo con la misma mirada con la que mirarías a un amigo querido: con comprensión, con cariño, sin juicio.
Créeme, se siente diferente.
Y sí, te ves mucho mejor.
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Soy dietista y coach nutricional. He ayudado a más de 2.000 personas a conseguir su peso saludable sin dietas y para siempre.
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